viernes, 4 de enero de 2008

Esas típicas frases argentinas


Surgen cada vez que ocurre una desgracia. O cuando tenemos que afrontar algo importante.

Se nos van a la boca, como un reflejo condicionado. Y ahí las largamos: son las típicas frases argentinas.

Esas que repetimos como un mantra para que nada cambie. He aquí algunas de ellas.

¡ESTO SE TIENE QUE ACABAR...!

Ante un hecho terrible suele decirse con indignación: "¡Esto se tiene que acabar...!", o bien "Esto le hace mucho daño al fútbol...", y similares. Y se remata con una frase tan estúpida como inútil: "Algo hay que hacer..." Desde luego, nada se hace y todo queda tal cual estaba. Y el hecho terrible de marras vuelve a suceder. Una y otra vez.

¡CON LA TIERRA RICA QUE TENEMOS...!

Cuando vemos que la pobreza y la marginalidad avanzan; cuando vemos esos pobres linyeras oscuros que piden una limosna en la calle Florida, afeando el paisaje a los ojos de los turistas, nunca falta el que exclama, en un suspiro: "¡Con la tierra rica que tenemos...!" Y luego se despacha con el asunto del "granero del mundo" y lo bien que podríamos estar si aprovecháramos todas nuestras riquezas naturales...

QUÉ VA’CER...

Con el hecho trágico consumado, cuando todo es dolor, aparece el despreciable y estúpido “Qué va’cer...”, colmo de la resignación argentina. Y luego, inevitablemente, le sigue el remate: “Y... Dios proveerá...” O la Virgen Desatanudos...

¡MAÑANA MISMO SE LO DIGO...!

Cuando las esposas presionan a sus maridos para que pidan un aumento a sus jefes, los maridos invariablemente contestan: "¡Mañana mismo se lo digo...!" y obvio, nunca piden el deseado aumento. Esta frase es muy similar a aquella de "El lunes empiezo..." y otras equiparables que sólo dilatan una situación. "Investigaremos hasta las últimas consecuencias..." es otro clásico versión gobierno.

¡A MI NUNCA ME VA A PASAR...!

Esta frase es más bien un pensamiento prototípico del argentino: "A mí nunca me va a pasar...". O el inefable “¡No pasa naaadaaa...!” Claro: luego, lo que no debe pasar pasa, y el argentino se lamenta, como buenos llorones que somos.

¡HACETE CARGO...!

Si de deslindar responsabilidades se trata, el argentino es mandado a hacer. "Hacete cargo...", o bien "A mi no me metás..." o "Arreglátelas, viejo..." son las típicas frases de desentendimiento nacional. Todas, herederas del clásico “Yo, argentino”. O del tristemente célebre “No te metás...”

YO NO LO VOTÉ...

Los gobiernos, en la Argentina, surgen por generación espontánea. Es un misterio que la ciencia no ha podido develar hasta el momento. Porque acá nadie vota a los candidatos que ganan y que luego hacen un desaguisado monumental con el país...

¡QUÉ VERGÜENZA!

O bien, su hermana "¡Esto es una vergüenza...! y bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla..." Y todo queda igual.

¿QUIÉN SE VA A DAR CUENTA?

Cuando hay que animar al compañero para que haga algo indebido, aparece el inveterado “¿Quién se va a dar cuenta...?”. Total, si pasa pasa. Nos pinchamos del cable del vecino, cruzamos por cualquier lado, tiramos la mierda en cualquier lugar... total, ¿quién se va a dar cuenta...?

¿COMO PODEMOS ARREGLARLO...?

La frase clave de la corrupción, del atajo, de la salida fácil: “¿Cómo podemos arreglarlo...? Está en todos los ámbitos: en el tránsito, en la función pública, en la privada... Tiene tantas variantes, que me dio nausea sólo con pensarlo. Ya no tengo más ganas de escribir.






3 comentarios:

aristideseljusto dijo...

Qué culpa tengo yo???, podría ser otra de las frases.

Clo dijo...

y la frase, "porque aún se puede salir adelante", que hace que todos los presentes salten de alegría y esperanza, sin reponer en el hecho de que ese político pensaba sólo en los bienes de su familia al decirlo, je.
dos abrazos!!!

Anónimo dijo...

tambine esta la de ...al que madrugada dios lo ayuda! pero siempre se la dicen a otro, nunca a si mismo...