viernes, 11 de septiembre de 2009

Siete tesis sobre el Gobierno K


1) El Gobierno de los Kirchner no es un gobierno progresista.

2) Si el Gobierno de los Kirchner tomó medidas que pueden considerarse como “progresistas”, lo hizo por conveniencia y nunca por convicción.

3) El conflicto entre el Gobierno de los Kirchner y sectores del establishment local (vg. la multinacional sojera o la corporación mediática) no debe leerse como la lucha entre un Gobierno progresista y las clases dominantes, sino como la puja de poder entre dos o más facciones de esas mismas clases dominantes.

4) El kirchnerismo ha sido la variante del peronismo que ganó las elecciones de 2003. Esos comicios iban a realizarse en verdad en 2002, en medio de los “cacerolazos”, pero fueron pospuestos hasta que pudiera ganar un candidato menos incómodo para el poder.

5) El kirchnerismo es, pues, la consecuencia política de la reconfiguración de las clases dominantes en la etapa post-convertibilidad.

6) El kirchnerismo, mirado más de cerca, es la continuidad lógica del menemismo pero con la careta de los Derechos Humanos. Comparte con el menemato una misma matriz corrupta de hacer política.

7) El kirchnerismo carece de un plan o modelo de desarrollo económico sustentable. Sólo se limitó a aplicar una variante del neo-keynesianismo, con prebendas para algunos sectores de la economía local (vg. petrolero, minería) vinculados a la producción y a la sustitución de importaciones.