miércoles, 1 de agosto de 2007

Radiografía del argentino garca


Si algo caracteriza al ethos del argentino garca es su inveterada habilidad para deslindar responsabilidades, para deshacerse de los errores.

“¿Yo que tengo que ver?”.

El argentino garca nunca tiene la culpa de nada de lo malo que ocurre en el país: la culpa siempre la tiene el otro, el vecino, los políticos, el Fondo Monetario Internacional o el clima.

Es que el argentino garca es incapaz de relacionar sucesos aparentemente inconexos, pero fuertemente vinculados. El argentino garca no comprende que el hecho de haber votado a determinado candidato haya provocado, por caso, que a las escuelas se les caigan los techos o que los hospitales carezcan de insumos o que los pibes chorros le afanen el auto.

“¿Y qué carajo tiene que ver una cosa con la otra?”, dice el muy pelotudo.

El argentino garca siempre ve la foto, nunca la película. Para él, con Menem estábamos mejor porque podíamos viajar a Miami. No comprende que hoy estamos así de mal porque entonces creíamos estar bien.

“Con los milicos no había robos”, exclama el imbécil.

El argentino garca siempre cree que a él nunca le va a pasar nada malo de lo que ocurre en el país. Hasta que, claro, le pasa. Entonces el argentino garca es el primero en protestar airadamente.

“¡Qué barbaridad, esto se tiene que acabar!”

Para el argentino garca, cualquier recurso de protesta es válido cuando se trata de defender sus mancillados derechos. Entonces, por ejemplo, es lícito cortar las calles si los bancos se han quedado con mi dinero.

Ahora claro, cuando son los otros los que me cortan la calle, el reclamo ya no es válido. Para el argentino garca, el único reclamo que admite cualquier recurso de protesta es el suyo, y sólo el suyo.

Sucede que al argentino garca le importa un carajo lo que le ocurra al vecino o a los demás. Poco le interesan la crisis energética, las inundaciones o el crimen, SIEMPRE Y CUANDO NO LO AFECTEN A ÉL.

Pero el argentino garca no entiende –porque es esencialmente un pelotudo egoísta-, que él mismo contribuye silenciosamente con esas catástrofes.

El argentino garca tira la latita de gaseosa por la ventanilla de su autito. No le importa una mierda dónde cae la consabida latita. Pero cuando las miles de latitas –arrojadas por otros miles de pelotudos como él-, tapan los sumideros, y las lluvias causan luego una inundación, el argentino garca exclama: “¡Qué barbaridad!”

“¡Alguien tiene que hacer algo!”

En cuanto se instaura una norma, el argentino garca ya está allí presto para violarla.

“Cocodrilo que se duerme es cartera”.

El argentino garca maneja su autito mientras, con la otra mano, habla por celular alegremente, aunque esto esté expresamente prohibido. Al argentino garca le importan tres carajos la ley y las normas. Según una encuesta, 9 de cada 10 boludos al volante creen que manejan bien, y que –obvio-, son los demás los que conducen como el culo. ¿Quiénes son –entonces-, los que provocan 20 muertes al día en accidentes de tránsito?

“¡Este Gobierno de mierda!”

El argentino garca suele echarle la culpa de todo a las autoridades de turno (tengan o no la culpa) como si los gobernantes fueran marcianos caídos del espacio. Es que el argentino garca no reconoce que esos gobiernos son una consecuencia de su propio voto: el argentino garca produce gobiernos garcas. Y como el perro que persigue su propia cola, los gobiernos garcas terminan garcandonos a todos, incluidos los pelotudos que los encumbraron en el poder.

Buenas tardes.




5 comentarios:

aristideseljusto dijo...

Este tipo de entradas es bravo, eh...

Anónimo dijo...

"Me han dicho por ai, que te han visto triste y mal de golpe y porrazo,
quej�ndote a cada paso arisco y malhumorao.
Y cuentan, que and�s moreteao, con hambre, fiebre y calambre, ahogao en tu mala sangre, sin un minuto de paz.
Y en vez de fijarte c�mo te has de cobrar, te has encerrao a sobarte el lomo compay,
relaja la guardia, busc� con calma
y termine el "ay! basta! que todos me atacan", te digo en serio compay, alz� la frente y dej� que el sol te pegue en la cara.



jjaja, mir� qui�n se queja �no? bueno te le� y me acord� de esa canci�n. Adem�s ten�s raz�n, pero bueh: "... agradezca el techo, el latir del pecho y olvide el "ay dale! que todo me falta" no s� no entendo compay, de qu� es lo que te quej�s si hay una due�a pa tu alma..."

aristideseljusto dijo...

Jajajajaj!! No conocía esa canción. En este blog es donde destilo toda la bronca... Aaaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrfffffffffffff...........!!!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

DALE PILGRIM GRITEMOS A VOZ VIVA ( O A VIVA VOZ..¿?)
LA PUTA MADRE QUE LO RECONTRA PARIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO


AHHHH ME SAQUÉ 100 BANANAS DE ENCIMA!

aristideseljusto dijo...

Jajajajaj!!! Juana, que boquita!!!!