miércoles, 23 de abril de 2008

La decadencia de la honestidad



“Noticia es cuando un hombre muerde a un perro, no cuando un perro muerde a un hombre”, me enseñaron en TEA. En otras palabras: noticia es un hecho extraordinario que merece ser contado. ¿Por qué entonces es noticia alguien que devuelve un paquete con dinero perdido, como ocurrió hace poco con una joven mendocina?
¿Por qué es noticia alguien que hace lo que se debe hacer y actúa con honestidad?
Acaso porque la honestidad es un hecho extraordinario en este país corrupto.
El hombre que muerde al perro.
En este país corrupto, las personas que actúan con honestidad son vistas como rarezas, hechos extraordinarios que merecen ser contados.
En muchos casos, las personas que se comportan como se debe son miradas con curiosidad, y hasta con cierto rechazo.
¡Cómo vas a hacer lo que corresponde! ¿¡Acaso estás loco!?
Me atrevería a decir que las personas realmente honestas en este país no llegan al 10% de la población. Y digo ser realmente honesto, porque el que es honesto actúa como tal en todos los casos. Así sea con una bolsa de 40 mil dólares o con una moneda de 10 centavos.
El que es honesto ES SIEMPRE HONESTO, en todas las situaciones.
Eso no significa que el resto de la población sea deshonesto o tramposo. Pero me temo que la mayoría oscila entre el oportunismo y la lisa y llana corrupción.
En el lugar de la chica mendocina que devolvió las 40 lucas, muchos se hubieran hecho los giles y no hubieran devuelto nada. Así lo demuestran los mensajes de la propia gente.
“¡Qué boluda, yo me quedaba con la plata!”, era la respuesta de muchas personas, enteradas del caso.
Porque la Argentina es un país corrupto. ¿Cabe alguna duda? Nuestro país figura en un retrasadísimo puesto 105 en un ranking mundial de corrupción que elabora Transparencia Internacional (Clarín iECO, 20-4-2008, Pág 6).
SOMOS CORRUPTOS, Y LO SABEMOS.
Hace 50 o 100 años, acaso, la proporción de gente honesta era mucho mayor. Eran los tiempos en los que valía la palabra empeñada o esa cosa en desuso llamada honor.
Hoy la honestidad está en decadencia. No faltará el día en que sea declarada delito.


4 comentarios:

celebrador dijo...

Y la Ley así, con mayúsculas), es:

"Aquel obstáculo que se opone a la gestión administrativa, pero que con un poco de habilidad, fortuna y mala fe, puede soslayarse facilmente"

En una acreditada madre-patria de repúblicas bananeras

aristideseljusto dijo...

Hecha la trampa, hecha la Ley...

Mireya dijo...

Mire, a mi me indigna, pero tb pienso, el que se sienta libre de pecado que tire la primera piedra, me cansé de considerarme en condiciones de juzgar a otros.No es que apoye a los deshonestos, trato de limitarme a aceptar su existencia, de todos modos mi condena no modificaría nada. Allà ellos, yo acà.
Saludos

aristideseljusto dijo...

El problema, Mireya, es que los deshonestos no estàn allà, y usted acà. Usted está entre ellos, aquí y ahora, y se ve influenciado permamentemente por las decisiones de los deshonestos. Estamos rodeados.....