jueves, 14 de marzo de 2013

No creo en los Saulos de Tarso


Saulo de Tarso era un rabino judío que perseguía con particular celo a los primeros cristianos, por entonces apenas una pequeña secta judeo-mesiánica.
Se cree que no conoció en persona a Jesús y que llegó hasta el extremo de ejercer violencia física contra los seguidores del Nazareno.
Pero un día, durante una peregrinación a Siria, Saulo tuvo una visión reveladora. Algunos creen que fue por un golpe en la cabeza; otros, por un ataque de epilepsia. Sea como fuere, a Saulo el perseguidor se le apareció el mismísimo Jesús, quien con voz admonitoria le intimó:
-¿Por qué me persigues, Saulo?
Acto seguido, Saulo se convirtió en San Pablo, el Apostol, principal difusor de la forma de cristianismo que nos rige hasta la actualidad.
Permítaseme ser escéptico: no creo en los Saulos de Tarso.
La designación de Jorge Mario Bergoglio como Papa nada cambiara en las vetustas estructuras de la Iglesia, salvo algún previsible maquillaje “progresista”.
Porque por estos pagos sabemos bien quién es Bergoglio. Es el mismo que fue recomendado en su cargo por su antecesor Quarracino (¿se acuerdan del insigne Quarracino?). Es el mismo que se opuso al matrimonio igualitario y a otras formas de progreso en la sociedad civil. Cosas del demonio, dijo entonces. Es el mismo que, en cada homilía, emitía una caterva de lugares comunes y frases altisonantes, que me recordaban más al mártir Peperino Pómoro que a un reformista crítico.
Porque nada cambiará en la sacrosanta Iglesia y se seguirán tapando sus chanchullos económicos y sus escandaletes de pedofilia.
Porque Bergoglio está mas cerca de Saulo que de San Pablo.


4 comentarios:

Juan José Aguirre dijo...

Poco sabemos por estas tierras del cardenal Bergoglio, al que conoceremos como Francisco I, o más popularmente, Paco Primero.
Un servidor lo único que cree saber es que la iglesia argentina no ha sido un modelo de compromiso con la justicia social, igual, igual que la iglesia española.
Siendo así, no creo que el papa Paco Primero de un golpe de timón a la Iglesia sino que ésta seguirá navegando por los mismos mares de entendimiento con los poderosos.
Como solemos decir: para este viaje no hacen falta alforjas...

peregrinopurpura dijo...

Totalmente de acuerdo. El que llega a Papa es porque no es un santo. Y el que es un santo nunca llega a Papa.

Abrazos!

Viviana Giménez dijo...

Si me conocés un poquito, sabrás que hay pocas personas tan anti-iglesia como yo. Sin embargo, QUIERO CREER, al menos dar el beneficio de la duda, esta vez, a este nuevo papa. ¿Por qué? Si bien no tolero la intromisión de esta institución en asuntos de civiles, muchos de los cuales ni siquiera son católicos, como algunas de las cosas que vos mencionás (promover la homofobia, por ej), me dan una cierta esperanza los gestos de humildad, que sea jesuita y latinoamericano. Es probable que el Vaticano sea mucho más fuerte por su riqueza e influencias que un mero hombre como lo es el papa (y vaya a saber uno por qué motivos, realmente, renunció el anterior). Pero quiero esperar antes de juzgar.
Y en cuanto a sus conexiones con la dictadura...si son reales, que se queme en el infierno en el que cree. Pero si no lo son (no olvidemos que el kirchnerismo buscará desprestigiar a todos los que se opongan a su gobierno, como lo hizo Bergoglio al hablar del "escándalo de la pobreza"), creo en las palabras del premio nobel argentino Pérez Esquivel, que debe ser una autoridad en temas de derechos humanos y dijo que Bergoglio no tuvo nada que ver con desapariciones: es más, que ayudó a personas perseguidas.
Con el tiempo se verá más claramente lo que ahora está tapado de efusividades varias...

aristideseljusto dijo...

Entiendo lo del beneficio de la duda. Pero esto es la Iglesia Católica!! Nunca va a cambiar, porque si cambia, ya no sería la Iglesia Católica. Vendrá el maquillaje de la "humildad" y todo eso. Pero nada más. Como dijo el obispo brasilero Helder Camara: "Si doy comida a los pobres, me llaman santo; si pregunto por qué son pobres, me llaman comunista". El que llega a Papa no es un santo; el que es santo nunca llega a Papa.

Besos!!!