Considerar que el delito es producto de la ausencia o presunta “debilidad” de las leyes es como creer que el dolor de cabeza es producto de la falta de aspirinas.
El derecho penal actúa en todo caso sobre las consecuencias del delito y nunca sobre las causas.
Más aún en el caso del delito juvenil.
Porque el delito juvenil no nace en la edad de imputación de los menores.
El delito juvenil nace en la desnutrición infantil y en la subalimentación.
El delito juvenil nace en la deserción escolar y en la subeducación.
El delito juvenil nace en la disgregación de la familia por la desocupación, la marginalidad y la discriminación.
El delito juvenil nace en la falta de agua potable y cloacas.
El delito juvenil nace en un sistema tributario regresivo.
El delito juvenil nace en el pornográfico privilegio de unos pocos.
El delito juvenil nace, en síntesis, en el subdesarrollo.
1 comentario:
Pensamiento bienpensante, no olvides que el delito es un comportamiento de nuestra especie
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