
“Fusión” es la
palabra que caracteriza a ES, dice Brenda Martin, bajista de la agrupación. En
efecto: porque el estilo de Eruca alberga una paleta de colores y sonoridades que
evocan a los viejos power trío de
finales de los 60 y principios de los 70, y sonidos –digamos-, más “modernos”.
Es decir: Eruca parece contener en cierto modo el pasado y el presente (y acaso
el futuro) del rock.
En Eruca
Sativa oímos algo de los primeros Rush o Grand Funk Railroad –por mencionar algunas
bandas lejanamente emparentadas-, todo mezclado con un poco de Red Hot Chili
Pepers o Foo Fighters, y con la obvia y reconocida influencia autóctona de
Divididos.
En Eruca hay de todo como en botica: rock, funk,
metal, pop o folklore si es menester, y el paquete viene envuelto en un power
trío simple y original. Y además, con ese
toque femenino que le dan la voz rota y la guitarra criteriosa de Lula
Bertoldi, más las líneas virtuosas de Brenda (una guitarrista que toca el
bajo). Gabriel Pedernera –el caballero de la película-, completa la formación
con su sólida y ágil batería.
Por todo esto
creo que Eruca Sativa es una vuelta de
tuerca al rock, la evolución del power trío.