El 2 de abril de 1976 comenzó a nacer eso que hoy llamamos la “inseguridad”.
Y los “pibes chorros”.
Y las ventanas con rejas.
No, no estoy loco, aún.
Ese día, el entonces ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, presentó el siniestro plan económico de la dictadura.
El de la “miseria planificada”, como diría Rodolfo Walsh en 1977.
El plan que nos condujo a la especulación, al desagio, a
A que ganen siempre unos pocos, los mismos turros de siempre.
A que la siniestra dictadura reventase en el desastre de Malvinas, que también comenzó, curiosamente, otro 2 de abril, un día como hoy.
Abril. 1982.
Abril. 1991.
Tiempo después, pero un 1º de abril, se instauró otro plan económico, el de otro ministro de Economía, un ex funcionario de la dictadura.
Che, qué casualidad, otro funcionario de la dictadura.
Era el plan de la convertibilidad, el “
Ayer se cumplieron veinte años.
Veinte años no es nada.
Este plan, el del menemato corrupto, el del gobierno más corrupto de la historia, no hizo otra cosa que corregir y aumentar todo lo que no había podido lograr el plan de Martínez de Hoz.
Y entonces se privatizó, se desmanteló el estado, se endeudó al país, se destruyó la industria local, se condenó a millones de personas a la desocupación.
Y entonces nacieron unos pibes, allá en los noventa, unos pibes que ahora tienen doce, trece, quince años, y que te afanan y que te pegan un tiro por veinte pesos.
Veinte pesos no es nada.
Y nacieron miles de pibes que no estudian ni trabajan.
Nacieron en los noventa, pero empezaron a nacer en 1976.
Y están aquí entre nosotros, ahora.
El pasado no pasa, está en el presente.
Ellos están aquí.
Como muchos ciudadanos decentes que en 1976 miraron para otro lado. Y consintieron la tortura.
Como muchos ciudadanos decentes que en 1991 votaron y apoyaron.
Son los mismos que ahora se quejan de la “inseguridad”.
Y de los pibes chorros.
Me dan asco.