
Las concesionarias de autos usados también están de parabienes. Según cifras de
Autos y más autos.
Como consecuencia de este proceso, el parque automotor no cesa de crecer. Alrededor de 9 millones de vehículos (autos, camionetas, camiones y colectivos) circulan por el país.
Y entonces yo pregunto: ¿dónde se van a meter tantos autos?
La ley del embudo y
Cada vez hay más y más autos, y mientras tanto, la infraestructura vial (esto es, calles, rutas y caminos) no parece acompañar proporcionalmente ese crecimiento. En otros términos: si cada vez hay más autos y los caminos por donde circulan esos autos son básicamente los mismos, no hace falta ser un genio para pronosticar más demoras en el tránsito, más embotellamientos, más colapsos.
Más accidentes.
Más muertes.
El proceso semeja a un gigantesco embudo: mayor concentración de coches en el mismo espacio = colapso inminente.
Hace poco, en China, un increíble embotellamiento en una ruta duró 11 días y provocó colas de hasta
Pero no hace falta irse hasta China para prever el colapso que se nos viene. La ciudad de Buenos Aires nos brinda un testimonio de primera mano al respecto. Circular por las callecitas porteñas
De seguir así, la ciudad pronto será un organismo inviable cooptado por los autos.
La calle donde este escriba vive era -hasta no hace mucho-, una “calle tranquila” de un barrio tranquilo y periférico. Hoy es una pequeña avenida imposible de cruzar, atravesada de autos y colectivos que pasan a toda velocidad apenas uno pone un pie en el asfalto, como en aquel capítulo de
Autos y más autos.
Los autos nos dominan. Son los seres urbanos por excelencia. La ciudad se hace para los autos, no para las personas.
Y reitero: ¿dónde se van a meter tantos vehículos?
Tengo auto y la tengo más larga
Pocos objetos como el auto representan la irracionalidad del capitalismo como modo de producción. Un auto ocupa mucho espacio (en proporción a otros vehículos), contamina y es una de las mayores causas de muerte en todo el mundo.
En nuestro país, mueren 22 personas por día en accidentes de tránsito, y al año unas 120 mil sufren heridas, según cifras de Luchemos por
Los autos matan mucho más que la inseguridad.
Pero el auto es el mayor signo de status de que disponemos en el mundo capitalista. En
A ser un vivo.
A tenerla más larga.
De modo que, cuando apenas acumula un poco de pelusa en el bolsillo, lo primero que hace el argentino medio es comprarse su autito. De allí que no sorprendan las cifras de producción y venta de coches.
Conclusiones
Por un lado, crece la cantidad de autos. Por el otro, la infraestructura vial no alcanza a contener ese crecimiento. La ley del embudo nos llevará hacia cada vez más frecuentes colapsos de tránsito.
Es inevitable.
Los autos avanzan, nos dominan, se imponen.
Toman la ciudad por asalto.
Un día, nos levantaremos y constataremos que el Gobierno ha declarado como “plaga nacional” al automóvil.
Habrá marchas contra la plaga de los autos. “Haga Patria, mate un auto”, será una de las brutales consignas.
¿Es una locura?
Es una cuestión de tiempo, a menos que hagamos algo ahora.
Ya.