La música es el idioma universal por excelencia.
Sólo asume diferentes geografías según el caso. Pero en definitiva, es
una misma única cosa.
Por eso en Japón gustan del tango y aquí gusta el
blues. Porque cuando una música nace del corazón de un pueblo y trasciende sus
fronteras, ya pertenece al mundo.
Por eso el tango y el blues, en el fondo, son básicamente
lo mismo.