Con sólo tres discos en su haber y una breve carrera iniciada en 2007, Eruca Sativa se ha convertido en puntal del denominado nuevo sonido argentino del rock nacional. No obstante la ambigüedad de esa definición, lo cierto es que la banda cordobesa contiene elementos que la hacen destacar por sobre sus demás contemporáneas.
“Fusión” es la
palabra que caracteriza a ES, dice Brenda Martin, bajista de la agrupación. En
efecto: porque el estilo de Eruca alberga una paleta de colores y sonoridades que
evocan a los viejos power trío de
finales de los 60 y principios de los 70, y sonidos –digamos-, más “modernos”.
Es decir: Eruca parece contener en cierto modo el pasado y el presente (y acaso
el futuro) del rock.
En Eruca
Sativa oímos algo de los primeros Rush o Grand Funk Railroad –por mencionar algunas
bandas lejanamente emparentadas-, todo mezclado con un poco de Red Hot Chili
Pepers o Foo Fighters, y con la obvia y reconocida influencia autóctona de
Divididos.
En Eruca hay de todo como en botica: rock, funk,
metal, pop o folklore si es menester, y el paquete viene envuelto en un power
trío simple y original. Y además, con ese
toque femenino que le dan la voz rota y la guitarra criteriosa de Lula
Bertoldi, más las líneas virtuosas de Brenda (una guitarrista que toca el
bajo). Gabriel Pedernera –el caballero de la película-, completa la formación
con su sólida y ágil batería.
Por todo esto
creo que Eruca Sativa es una vuelta de
tuerca al rock, la evolución del power trío.