jueves, 25 de junio de 2009

Depende


A Don Andrés Cascioli

Que todo depende del color del cristal con que se mire, eso es ya bien sabido. Pero a veces, las cosas pueden cambiar de un modo abrupto, dependiendo de qué lado del mostrador estamos.

Así, –por caso-, si estamos de acuerdo con una protesta (un escrache, un cacerolazo, lo que fuera) decimos que se trata de una espontánea expresión popular de rechazo. Ahora, si sufrimos ese mismo rechazo, decimos que se trata de una clara provocación organizada.

Si se sanciona una ley que nos favorece, afirmamos que es una expresión de la sabiduría democrática del Parlamento. Si la ley no nos conviene, advertimos que se trata de un abrupto cambio de reglas que atenta contra nuestra seguridad jurídica.

Si la Justicia falla a favor nuestro, por ejemplo, aseguramos que es una sana demostración de la independencia de los tres poderes. Si, claro, el fallo es en nuestra contra, repetimos que es una expresión de la burda corruptela judicial.

Si hacemos un paro, decimos que es un legítimo derecho constitucional de protesta. Si el paro nos afecta, obviamente, afirmamos que es una burda extorsión de un grupito de activistas.

Si el Estado interviene económicamente a nuestro favor en un caso, decimos que se trata de un necesario subsidio para preservar la sana economía del país. Pero si esa intervención es en nuestra contra, argumentamos que es una clara y perjudicial injerencia del Gobierno en los mercados.

Si para protestar cortamos una ruta o calle con un piquete, decimos que es una legítima protesta popular que gana las calles. Si el corte nos perjudica, claro, aseguramos que es una evidente violación a nuestra libertad de tránsito.

Si los medios exponen nuestro caso, y lo hacen a nuestro favor, decimos que es la cruda verdad mostrada por el periodismo independiente. Si los medios están en contra nuestra, afirmamos que todo es una burda manipulación mediática.

O algo así.





sábado, 20 de junio de 2009

Belgrano murió hoy





“Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos”.

Manuel Belgrano (1770-1820)





Esto escribió Arístides en 2008: http://aristideseljusto.blogspot.com/2008/06/belgrano-ese-hroe-que-no-merecemos-o-el.html

Esto escribió Arístides en 2007:
http://aristideseljusto.blogspot.com/2007/06/belgrano-ese-loser.html

miércoles, 17 de junio de 2009

Los políticos no gobiernan para la gente


A propósito de las próximas elecciones, oigo muy a menudo afirmaciones como esta:

-Los políticos vienen a pedirnos el voto, pero después no se acuerdan de nosotros, los pobres.

O bien:

-Los políticos no gobiernan para la gente.

Más allá de cierta ingenuidad popular que esta frase encierra, uno puede muy bien asentir con la cabeza ante su rotundez. Es que, amigos, la cosa es muy simple: los políticos, efectivamente, no gobiernan para la gente.

Los políticos que acceden al gobierno son la resultante de una estructura de poder, poder que –precisamente-, no controla “la gente”.

Noam Chomsky decía que la democracia es apenas una votación en la que los ciudadanos “eligen a un representante de las clases dominantes, y luego se van a sus casas a ver la televisión”. Erich Fromm sostenía que las democracias occidentales se han ido reduciendo a “simples plebiscitos”, en los que –lo máximo que puede decirse-, es que al ciudadano “se lo gobierna con su consentimiento”, y nada más.

En otros términos: la “democracia” (esto es: el “mecanismo formal de elecciones”) es como esos magos que nos hacen elegir la carta que les conviene a sus trucos, haciéndonos creer que la hemos elegido por nuestra voluntad.

Elegimos mientras nada cambie en realidad.

Es que si llegara a aparecer un político que realmente deseara gobernar para la gente, entonces no accedería nunca al gobierno. Las clases dominantes tienen muchos medios para evitar que candidatos inconvenientes alcancen “el poder”.

Y si lo alcanzan, es porque no van a gobernar para la gente: en el peor de los casos, el poder de turno sabrá como fagocitarlos y usarlos a su favor.

Es lo que yo llamo el Principio de Incertidumbre de la Política: si sube, no gobierna para la gente; y si gobierna para la gente, no sube.



domingo, 7 de junio de 2009

Mudar de tiranos


Moreno lanzó su vaticinio atroz:

Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía”

Lo escribió en el Prólogo a El Contrato Social de Rousseau, que tradujo al español.

Lo publicó en la Gazeta de Buenos Aires, ese diario que fundó un día como hoy, pero en 1810.

Moreno, a quien algunos señalan como el primer desaparecido de nuestra historia.

Moreno, la cabeza de aquella Revolución que quedó trunca.




miércoles, 3 de junio de 2009

Esa rareza llamada honestidad


La noticia ya es recurrente: una persona que devuelve un dinero perdido aparece en las noticias y recibe la alabanza general.

Esto es: una persona que hace lo que corresponde es noticia.

Es curioso.

¿Por qué es noticia que alguien sea honesto?

Acaso sea porque nos hemos acostumbrado tanto a la deshonestidad, que una persona decente se ha vuelto una rareza.

En TEA me enseñaron que una noticia es un hecho extraordinario que merece ser contado. Es decir, es noticia que un hombre muerda a un perro, no que un perro muerda a un hombre.

¿Por qué merece ser contado el caso de una persona que hace lo que corresponde?

En un país deshonesto, el honesto es la excepción.

Si esto sigue así, llegará el día en que veamos este tipo de noticias:

DESCUBREN UNA ESCUELA PÚBLICA QUE FUNCIONA BIEN Y NO SE LE CAEN LOS TECHOS.

O bien:

HALLAN HOSPITAL MUNICIPAL CON TODOS SUS IMPLEMENTOS COMPLETOS Y HASTA UN TOMÓGRAFO.

Y quizá:

FALLECIÓ AYER EL ÚLTIMO HOMBRE HONESTO DEL PAÍS.