jueves, 22 de enero de 2009

Israel, Guernica, Gaza



Me evocó a Guernica.

Ví las fotos de Gaza en ruinas y leí los testimonios de los sobrevivientes. Ellos hablaban de cuerpos desmembrados, cortados.

Torsos, piernas, manos.

Como en Guernica.

Pero ahora Obama ya asumió, y con él la esperanza de un cambio.

¿Podrá?

¿Querrá?

¿Lo dejarán?

Israel ya se retiró de Gaza. Ya implantó el terror en los palestinos. Ya hizo tronar el escarmiento.

El saldo: 1200 muertos, la mayoría civiles, más de 400 de ellos niños. Unos 5 mil heridos, muchos de ellos mutilados.

Porque digámoslo sin tapujos: lo que hizo Israel en la Franja de Gaza es un crimen de guerra.

Es un crimen de guerra, lo repito para que lo entiendan bien.

Así de simple.

Bombardear población civil indefensa con aviones F16, con artillería pesada, con misiles lanzados desde barcos, digo, bombardear población civil con la excusa de eliminar blancos terroristas es un crimen de guerra.

No hay discusión posible, aunque esgriman ahora la miserable teoría de los daños colaterales.

O la de los dos demonios.

La noticia se olvidará, se perderá subsumida por otras noticias.

Pero no debemos olvidarnos de esto.

Bombas que destrozan cuerpos.

Torsos, manos, piernas.

Horror.

Niños muertos.

Niños aterrados, futuros terroristas, acaso.

Manos.

Piernas.

Como en Guernica.

jueves, 15 de enero de 2009

Últimas noticias sobre la guerra



El Estado de Palestina bombardea la población israelí de la Franja de Gaza


El Estado de Palestina ha lanzado una ofensiva aérea y terrestre sobre el territorio de la Franja de Gaza, donde un millón y medio de israelíes viven hacinados, sin infraestructura ni servicios públicos.

La mayoría de esos habitantes fueron expulsados de sus hogares cuando el Estado de Palestina se instauró de modo unilateral, en 1948.

La fuerza aérea cisjordana descargó sus bombas sobre objetivos donde residen militantes israelíes, que resisten la ocupación lanzando cohetes artesanales sobre algunas poblaciones palestinas, lo que ha causado bajas civiles. Estos combatientes son considerados terroristas.

Pero el ataque aéreo palestino ha ocasionado cientos de víctimas civiles, entre ellos muchos niños, más allá de eventuales blancos “terroristas”.

Organizaciones judías internacionales han considerado este ataque como “una masacre propia de los nazis en Guernica”.


El recuerdo de la fortaleza de Masada

La fortaleza judía de Masada resistió el asedio de las legiones romanas durante siete meses, en el año 72. Cuando sus habitantes se vieron perdidos, decidieron suicidarse para evitar caer en manos enemigas.

El acto de los valerosos defensores de Masada –en su mayoría zelotes o bien sicarios, esto es, judíos ultranacionalistas-, causó admiración hasta en los propios romanos, según Flavio Josefo. Y se transformó en un símbolo del nacionalismo judío.

Con la toma de Masada (“fortaleza” en hebreo) acabó la llamada Primera Guerra Judía contra Roma.


Verdades


Cuando resisto a una opresión, eso es una “lucha de liberación nacional”. Pero cuando esa misma lucha es en mi contra, eso es “terrorismo”.

Cuando me disparan y matan a mis civiles, eso es claramente un “genocidio”. Pero cuando el que dispara soy yo, eso es una “adecuada respuesta a una agresión”.




Citas

Cuando Albinus alcanzó la ciudad de Jerusalén, dobló cada esfuerzo y tomó la
determinación de asegurar paz en la tierra exterminando la mayor parte de los sicarios.

Flavio Josefo, antigüedades judías (xx.208)



No penséis que he venido para traer la paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.

Mateo (10:34)


sábado, 3 de enero de 2009

Somos todos judíos y musulmanes


Un estudio genético realizado en España demostró que los españoles y los portugueses “puros” (no mezclados con otras nacionalidades) tienen un 70% de genes europeos, un 20% de genes sefaradíes (judíos españoles) y hasta un 10% de genes norafricanos (esto es, musulmanes).

El estudio no hace más que ratificar que la mayoría de los pueblos de Europa (y los de todo el mundo) son una ensalada de genes, producto de las migraciones, las mezclas y las caídas y ascensos de imperios y reinos a lo largo de la historia.

Ahora bien: si los españoles tienen esta configuración genética, muchos de nosotros, aquí en Argentina y en toda América, -por herencia de la colonia y la inmigración-, deberíamos tener trazas similares.

De mis cuatro abuelos, tres eran españoles-españoles, y el cuarto, hijo de españoles. Casi podría decirse que yo mismo soy un español que nació en Argentina, pero un tiempo más tarde.

Dicho de otro modo: es muy probable que muchos de nosotros seamos, aunque sea remotamente, un poco judíos y un poco musulmanes.

Vaya sorpresa para esos tipos racistas, saber que –muy en el fondo de sus células-, poseen genes de los mismos pueblos a los que aborrecen.

Si lo pensamos de otra manera, cultural y/o genéticamente, todos somos un poco judíos, un poco árabes, un poco latinos, un poco griegos, un poco germanos, un poco celtas, un poco amerindios, un poco negros, un poco eslavos.

Un poco de todo.

De ahí que sea tan estúpida y racista la creencia que supone la existencia de “razas puras” o etnias “privilegiadas”.

Pura mierda nazi-fascista.

Resulta incomprensible, entonces, aquí, desde tan lejos, captar la esencia del conflicto entre israelíes y palestinos, pueblos semitas hermanos que se profesan tanto odio.

A menos que uno entienda que la economía, la política, la guerra (que es la continuación violenta de las dos primeras) o las religiones separan lo que es una sola cosa.

Piénsenlo más detenidamente de ahora en más: cualquiera de ustedes puede ser judío o palestino. O ambos. Los genes no mienten.